Descubrimientos en la reproducción de lombrices

Después de haber comprado las primeras 150 lombrices, nos esmeramos en mantener la tierra húmeda pero en medio de la canícula (verano más caliente de Monterrey, sin lluvias y temperaturas muy altas por 40 días consecutivos) no siempre fue fácil. 

Optamos por poner encima del bote de lombrices reproduciéndose, un bote con pre-composta que una vez que se reducía un poco, y perdía en forma de lixiviado el agua semi podrida de los alimentos, regaba a las lombrices que estaban debajo, humedeciendo la tierra. 

Y con cierta frecuencia tomábamos parte de ese compuesto mezclado como lasagna: desecho orgánico + capa de hojas secas + orgánicos y así hasta llegar hasta el tope para alimentarlas correctamente con alimentos a temperatura ambiente.

Sin embargo con la primer colada vimos muchos huevitos y pocas lombrices nuevas a pesar de haberlas tenido más que el tiempo ideal sin molestarlas. 


La segunda colada de lombrices la hicimos mucho tiempo más tarde (en Diciembre) y no encontramos huevos, sino cientos de lombrices. Y no solo en el bote que les correspondía sino que se habían pasado al bote de pre composta (encima de ellas) y estaban enmarañadas con los orgánicos por descomponer.

Cuando ya los 12 botes de pre-composta estaban listos para volcar en la terraza por preparar la siembra de invierno, descubrimos la sorpresa de que habían crecido, y nos mostraban como les interesaba trabajar. 

Claramente el curso de la naturaleza te lo muestra la naturaleza misma. Aprender de ella depende de la contemplación. 

Muchas veces estamos mas predispuestos que otras pero claramente estas enseñanzas las estábamos buscando para que la inversión inicial solo se justifique más y más cada día y los desechos no tarden en ser procesados.

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