Cuando comenzamos con el armado de las pre-compostas en los botes nos preguntábamos cual era la proporción entre basura recién llevada desde nuestros refrigeradores y el material seco compostable para intercalar.
Nos fuimos dando cuenta que la cantidad de hojas, ramitas, tierra, etc. que estábamos añadiendo servía para que no hubiese olor pero igual se pudrían los desechos de verduras.
Cuando se pudren los vegetales, se hace una pasta desagradable, sin oxigeno suficiente, que da lugar a otros organismos no tan deseables y en realidad, ni siquiera le gustan tanto a las lombrices, que es la colonia por cuidar.
Así que, con el tiempo, fue necesario empezar a partir en nuevos botes la pre-composta y alternar mas material seco entre una y otra pala de material semi podrido para recuperar el equilibrio.
Otra opción para recomponer es secar al sol el contenido de los botes.
Mientras recomponíamos el material, las lombrices estuvieron a dieta. O mejor dicho, comiendo lo que no habían atendido antes por tener mejores opciones.
Siempre se necesita revolver los botes. Darle aire a la tierra. Revisar que no se esté apelmazando. Retirar restos que estén podridos e incluso revisar si la colonia de animalitos de turno, son los que queremos o no.
La periodicidad para revolver es cada 2 o 3 días. Sin embargo, no daña si eres de los que lo hacen mas seguido.
Si es importante que después de haber agujereado tapas y fondos de los botes, les añadas un mosquitero que te evite filtraciones de animalitos que puedan darte un susto luego. Y sobre el piso, añadir pastos secos o piedras y ramas antes de comenzar con la "lasaña orgánica".
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